Venezuela advierte a Guyana y Trinidad por supuesta agresión

La tensión diplomática y militar en el Caribe se intensificó este domingo, luego de que el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, emitiera una severa advertencia a las naciones de Guyana y Trinidad y Tobago. Padrino aseguró que, si estos territorios son utilizados como base para un ataque contra Venezuela, «recibirán una respuesta» que calificó como de «legítima defensa».
La declaración se produjo en un contexto de creciente escalada verbal y militar, con Estados Unidos manteniendo una importante presencia naval cerca de las costas venezolanas. «Yo les digo a estos Gobiernos (…) que se han prestado para el juego, les digo: si nos llegan a atacar desde su territorio, ustedes también recibirán una respuesta y eso en legítima defensa», sentenció Padrino en un video difundido a través de su canal de Telegram.
El alto funcionario chavista fue enfático al señalar que una eventual agresión militar de Estados Unidos que parta desde el suelo de Guyana o Trinidad y Tobago, implicaría una respuesta contundente por parte de Caracas. Padrino acusó a ambos gobiernos de ser meros instrumentos de la política estadounidense, afirmando que se han prestado para «reproducir comunicados redactados desde Washington» y para alinearse con la narrativa del «imperialismo norteamericano».
La escalada verbal y la respuesta
Las advertencias de Padrino no son un hecho aislado. El jueves anterior, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ya había tildado a Guyana y Trinidad y Tobago de «vasallos» de Estados Unidos, acusándolos de colaborar con «planes de agresión» del país norteamericano. «Tómenlo con calma, no se atrevan y no se les ocurra. Se están prestando para los planes perversos de una agresión contra el pueblo» venezolano, manifestó Rodríguez, elevando aún más el tono de las acusaciones.
La respuesta desde Trinidad y Tobago no se hizo esperar. Su primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, desmintió categóricamente las afirmaciones de la vicepresidenta venezolana, asegurando que no «hay planes con Estados Unidos para invadir Venezuela o enviar tropas de Trinidad y Tobago». La jefa de gobierno trinitense calificó las acusaciones de Rodríguez como «alarmismo», intentando calmar las aguas en la región.
El trasfondo de la crisis
La situación se complejiza con la presencia militar de Estados Unidos en el área. Cerca de las costas venezolanas, se encuentran desplegados ocho barcos militares equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear. Washington argumenta que estas maniobras forman parte de un esfuerzo para combatir el narcotráfico. Sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro interpreta esta movilización como un intento encubierto de propiciar un «cambio de régimen».
Esta postura de Caracas se sustenta en las acusaciones del Gobierno de Donald Trump, que señala al presidente Maduro de liderar el Cartel de los Soles, una organización que EE.UU. cataloga como terrorista y ligada al narcotráfico. La grave acusación ha llevado a Washington a ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura del mandatario venezolano, lo que ha sido el catalizador de la movilización militar estadounidense en el Caribe.
Con Guyana y Trinidad y Tobago manifestando su disposición a colaborar con Estados Unidos en acciones conjuntas contra el narcotráfico, y la respuesta firme de Venezuela, el escenario en la región se mantiene tenso y en un delicado equilibrio.