Triunfo de Milei en las elecciones de medio término sacude la política argentina

La jornada electoral de medio término en Argentina ha resonado este domingo como un sismo político, reconfigurando el mapa de poder en el Congreso y, más crucialmente, ofreciendo un robusto espaldarazo a la administración del presidente Javier Milei. Lo que el líder libertario ha calificado como el «punto bisagra» de su gestión, no es solo una victoria legislativa, sino una rotunda afirmación del rumbo económico y político que La Libertad Avanza (LLA) ha intentado imprimir al país desde su asunción.

Los resultados preliminares, con un 91% de las mesas escrutadas, pintan un panorama de consolidación para el oficialismo: LLA se alzó con un significativo 40,84% de los votos a nivel nacional. Este porcentaje no solo supera ampliamente las expectativas previas, sino que se sustenta en triunfos resonantes en distritos clave como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la provincia de Córdoba y Santa Fe. La elección, que renovaba la mitad de la Cámara de Diputados (127 escaños) y un tercio del Senado (24 bancas), le otorga a la Casa Rosada una herramienta fundamental para desatorar su agenda de reformas.

«Hoy ha sido un día histórico. El pueblo argentino dejó atrás la decadencia y optó por el progreso. Hoy pasamos el punto bisagra. Hoy comienza la construcción de la Argentina grande,» proclamó un exultante Milei desde su búnker, buscando trazar una línea divisoria entre el pasado reciente y el futuro que, según él, se inaugura con este mandato popular. Este fuerte respaldo llega tras meses de turbulencias, marcados por una aguda crisis económica que obligó a buscar asistencia internacional y por una inesperada derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires a principios de septiembre.

La batalla decisiva en el corazón electoral

El distrito que concentró el mayor drama de la noche fue, sin duda, la Provincia de Buenos Aires. Este bastión, que concentra cerca del 40% del padrón electoral y que es históricamente una trinchera del peronismo, fue testigo de una remontada épica por parte de LLA. Tras haber perdido por casi catorce puntos en la elección regional previa, el oficialismo logró achicar la brecha a menos de un punto porcentual, asestando un golpe demoledor a la principal fuerza de oposición.

El peronismo, bajo el paraguas de Fuerza Patria, se ubicó como la segunda fuerza nacional, cosechando un 31,62% de los votos. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, principal figura del espacio y quien se había proyectado como el contrapeso más sólido a la reelección de Milei en 2027, reconoció los ajustados resultados. «La noche de hoy hemos conocido resultados muy ajustados con una mínima de 0.5 en nuestra contra. Pudimos renovar 15 diputados y uno más», señaló, evidenciando el impacto de la derrota en el principal distrito.

El tercer actor en este nuevo panorama fue la alianza Provincias Unidas, un bloque de seis gobernadores que aspiraba a ocupar el centro del espectro político. Sin embargo, su apuesta solo les valió un 7,13% de los votos, con un único triunfo provincial, quedando claro que el electorado optó por una polarización definida. El Frente de Izquierda obtuvo un modesto cuarto lugar con cerca del 4%.

El ausentismo como reflejo de la desafección

Un elemento crucial que atraviesa el análisis de esta jornada es el persistente nivel de ausentismo electoral. La Cámara Nacional Electoral confirmó que, a pesar de ser un país con voto obligatorio, la participación se situó ligeramente por debajo del 68% del padrón. Este dato consolida una tendencia de desinterés cívico que ya se había manifestado en las elecciones regionales anteriores y que marca un quiebre respecto a las dos últimas contiendas nacionales de 2023 y 2021.

El fenómeno plantea interrogantes sobre la legitimidad percibida del sistema y el nivel de desafección de una parte significativa de la población argentina. Si bien la victoria de Milei es innegable, el hecho de que casi un tercio de los votantes no concurriera a las urnas es un síntoma de hastío o de falta de representación que la clase política no puede obviar. En este contexto de baja participación, la base militante y el electorado más convencido de LLA demostró una fidelidad determinante.

Impacto en el Congreso y la relación con Washington

El resultado electoral tendrá consecuencias directas en la gobernabilidad. Si bien el oficialismo incrementará significativamente su número de bancas en la Cámara de Diputados, garantizándose una mayor fluidez para aprobar proyectos clave, la aritmética legislativa del Senado seguirá siendo un desafío. La Cámara Alta, fundamental para reformas de mayor calado y nombramientos cruciales, permanecerá bajo control de la oposición, obligando a LLA a mantener una compleja red de acuerdos y negociaciones, tal como lo ha hecho durante sus primeros dos años de mandato. «Tenemos que afianzar en los próximos dos años el camino reformista para consolidar el crecimiento y el despegue definitivo,» enfatizó el presidente, consciente de la urgencia.

A nivel internacional, la victoria es una carta fuerte que Milei podrá exhibir ante actores clave como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, notablemente, su aliado ideológico, el expresidente estadounidense Donald Trump. La administración libertaria necesita este capital político para impulsar reformas estructurales pendientes, en particular las de índole previsional, impositiva y laboral.

El respaldo de Washington y la reacción del mercado

De hecho, la relación con Washington ha sido central en las semanas previas. Como reportó The Wall Street Journal y citan agencias internacionales como Reuters, la administración Trump había orquestado un inusual auxilio financiero a Argentina. Esta ayuda consistió en la apertura de una línea de swap o intercambio de monedas por 20.000 millones de dólares y en la intervención directa en el mercado con la compra de alrededor de 1.000 millones de dólares en pesos argentinos, una medida destinada a contrarrestar la devaluación y estabilizar la economía.

Esta intervención no pasó inadvertida. En el búnker de la oposición, el dirigente peronista Juan Grabois cargó duramente contra el oficialismo, señalando que el jefe de campaña de La Libertad Avanza «se llama Donald Trump y el ministro de Economía, Scott Bessent,» en referencia al secretario del Tesoro de EE.UU. No obstante las críticas, la contundencia de los resultados tuvo una traducción inmediata en la esfera financiera: tras el cierre de las urnas, se registró una contundente suba de las acciones argentinas en el mercado nocturno de Nueva York, un indicio de la confianza que el resultado ha inyectado en los inversores internacionales.

En definitiva, la elección de medio término ha cimentado la posición de Milei, transformando una administración de minoría en una con un claro mandato de continuidad. El desafío ahora es convertir esta victoria en capital legislativo efectivo para ejecutar las reformas que, según el propio presidente, son el motor de la «Argentina grande» que hoy comienza a construir.

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Nicolás Verdejo
Nicolás Verdejo

Periodista. Director de Under Express.