Se aprobó idea de legislar la eutanasia en Chile: ¿qué viene ahora?

Tras una década de debate y análisis, el proyecto de ley que despenaliza la eutanasia en Chile ha dado un paso crucial. El pasado martes, la Comisión de Salud del Senado aprobó en general la iniciativa, abriendo un nuevo capítulo en la discusión de un tema que ha generado profundo debate en la sociedad chilena.
Esto se produce tras un meticuloso trabajo del Ejecutivo, que, según la ministra de Salud, Ximena Aguilera, fue «responsable en la revisión integral del proyecto proveniente de la Cámara de Diputados, incorporando el aporte de especialistas en bioética y derecho para presentar indicaciones sustitutivas que perfeccionen el texto legal”. Este perfeccionamiento busca sentar las bases para una legislación sólida, transparente y respetuosa con los derechos y la autonomía de las personas.
El Gobierno ha puesto especial énfasis en establecer un marco regulatorio que proteja a los pacientes y a los profesionales de la salud. Las mejoras propuestas se centran en condiciones estrictas y específicas, con múltiples salvaguardas que garantizan que la eutanasia sea una opción en situaciones excepcionales de sufrimiento. La finalidad es asegurar que cualquier decisión sea libre, informada y voluntaria, alejando cualquier posibilidad de presiones externas o de un uso indebido de la normativa.
Las claves del perfeccionamiento del proyecto
Una de las principales innovaciones del texto legal es la creación de una instancia especializada que se encargará de evaluar cada caso de manera individual. Este comité, aún por definir en su composición, garantizará el cumplimiento estricto de todos los requisitos legales antes de que se pueda avanzar con cualquier solicitud de eutanasia. Este mecanismo de control busca asegurar la máxima rigurosidad en la aplicación de la ley.
Además, las indicaciones presentadas por el Ejecutivo tienen como objetivo mejorar los protocolos y causales ya establecidos, lo que otorga mayores garantías para todas las partes involucradas. La finalidad es que el proceso sea claro, seguro y ético, tanto para los pacientes, que buscan una forma de aliviar su dolor insoportable, como para los profesionales de la salud, que deben actuar bajo estrictos parámetros de ética y humanidad.
Un punto fundamental en la propuesta es el respeto al derecho de los profesionales de la salud a manifestar su objeción de conciencia. Esta medida reconoce la diversidad de posturas éticas y personales en torno a un tema tan sensible. Esto asegura que ningún médico o personal de salud será forzado a participar en un procedimiento que contravenga sus convicciones.
Próximos pasos y reflexiones sobre el futuro
La tramitación del proyecto ahora avanza con urgencia legislativa, una instrucción directa del Presidente Boric que busca acelerar su discusión. Se espera que la propuesta sobre la eutanasia sea incluida pronto en la tabla de la sala del Senado para su discusión en general.
La ministra Ximena Aguilera también se refirió al espectro de opiniones que genera esta ley. En esa línea, afirmó que “respetamos todas las visiones, incluidas aquellas que han manifestado reservas constitucionales, y reafirmamos nuestro compromiso tanto con el derecho a la vida como con la autonomía personal en circunstancias excepcionales”.
Con este avance, Chile se acerca a una decisión trascendental sobre el derecho a una muerte digna, un debate que se ha prolongado por una década y que ahora parece estar más cerca que nunca de una resolución legislativa.