Inversión dispara el PIB chileno: economía crece 3,1% y supera expectativas del mercado

La economía chilena ha superado las proyecciones más optimistas durante el segundo trimestre de 2025, al registrar una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de un robusto , una cifra que se posiciona por encima del que la mayoría de los analistas de mercado habían anticipado. Este dato, emanado del reciente informe de Cuentas Nacionales del Banco Central de Chile (BCCh), inyecta una dosis de energía al ambiente económico y consolida la narrativa de una recuperación sostenida, aunque con focos de dinamismo muy claros.

La clave de este impulso reside en la notable alza de la inversión, elemento que los economistas venían señalando como el gran motor pendiente para una reactivación de largo aliento. Específicamente, la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se disparó con un crecimiento del , un indicador que refleja una mayor confianza y disposición de las empresas para comprometer capital en proyectos productivos. Este salto de la FBCF no es homogéneo, sino que está liderado por una vertiginosa alza en el subcomponente de Maquinaria y equipos, que experimentó un incremento excepcional del .

Este repunte en la adquisición de activos productivos sugiere un escenario en el que las empresas están renovando y ampliando su base tecnológica y operativa, un factor crucial para aumentar la productividad a futuro. Por su parte, la Construcción también mostró una contribución positiva, aunque más moderada, con un alza del , indicando una leve reactivación en un sector que históricamente ha sido un termómetro de la salud económica nacional, como lo detalla el informe del BCCh.

La inversión, catalizador de un mejor horizonte

El dinamismo no se limitó únicamente al gasto de capital. Desde la perspectiva del origen de la producción, el informe del Banco Central de Chile destaca que varias actividades económicas clave fueron pilares fundamentales para lograr este crecimiento trimestral. Los servicios personales jugaron un papel preponderante, lo que se alinea con una mayor movilidad y gasto en actividades relacionadas con la salud, la educación y el esparcimiento, un reflejo directo del avance en el consumo de los hogares.

De hecho, el propio consumo de los hogares mostró un crecimiento en sintonía con el PIB, aumentando un . Este paralelismo es vital, ya que demuestra que la recuperación está permeando tanto el lado de la oferta (producción e inversión) como el de la demanda (gasto de las familias). Según el análisis regional de las Cuentas Nacionales (BCCh, septiembre de 2025), todas las regiones del país, a excepción de Tarapacá, mostraron crecimiento en su actividad económica, con la Región Metropolitana y las zonas Centro Sur y Norte destacando en términos de incidencia, lo que subraya un carácter más amplio de la recuperación y no solo concentrado.

Pilares productivos: minería y manufactura

Junto a los servicios personales, la minería y la industria manufacturera se consolidaron como motores de esta expansión. El sector minero, fundamental para la economía chilena, ha mostrado un rendimiento positivo, en parte por un mayor desempeño en las plantas concentradoras de cobre y un impulso en la extracción de litio, especialmente relevante en regiones como Antofagasta y Atacama, esta última registrando un crecimiento regional espectacular de según datos del BCCh.

La industria manufacturera, por su lado, también se expandió, con un mayor dinamismo en la elaboración de alimentos, lo que apunta a una diversificación productiva dentro del sector industrial que va más allá de los commodities tradicionales. Este impulso sectorial se traduce, a nivel macro, en la corrección al alza de las proyecciones de crecimiento para el año 2025. Al respecto, el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha señalado públicamente (entrevistas y declaraciones posteriores al informe) que el Ejecutivo está evaluando un nuevo rango de expansión para el año completo, que probablemente incorporará un mejor desempeño de la inversión y el consumo de los hogares de lo inicialmente previsto, lo que ya se reflejaba en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio de 2025, que situaba el rango de crecimiento para el año entre y .

Un panorama con desafíos externos

Pese al sólido panorama interno, los analistas y el propio Banco Central no pierden de vista el entorno global. Si bien la economía chilena ha demostrado una resiliencia considerable, como lo demuestra la aceleración de la inversión, los desafíos externos persisten. El IPoM de junio ya alertaba sobre la mayor incertidumbre mundial y los posibles efectos derivados del escenario geopolítico y el comercio internacional. En este contexto, la robustez de la inversión en maquinaria y equipo, que en parte corresponde a bienes importados, también estuvo acompañada de un alza en las importaciones de bienes y servicios (un ), lo que, aunque necesario para la producción, genera un impacto negativo en la contribución de las exportaciones netas al PIB.

En la Universidad Autónoma, el decano de la Facultad de Administración y Negocios, Rodrigo Montero, al analizar los datos, destacó que si bien el crecimiento superó las proyecciones, factores como la debilidad del empleo y la escasez de crédito empresarial siguen siendo puntos de atención que podrían moderar el ritmo de la actividad en los próximos meses si no se consolidan otros elementos. En suma, el crecimiento del del segundo trimestre de 2025 es una señal clara de que la economía chilena ha encontrado un motor potente en la inversión, pero su sostenibilidad requerirá de la consolidación de estos avances y de una atenta gestión de las variables externas y las todavía frágiles condiciones internas en áreas como el mercado laboral y el crédito.

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Nicolás Verdejo
Nicolás Verdejo

Periodista. Director de Under Express.