--:--:-- CLT
Cargando clima...
El dilema de elegir una carrera y el camino educativo adecuado es una encrucijada global, pero se agrava en contextos de bajos recursos, donde la orientación profesional y académica a menudo se relega a un segundo plano. En Camerún, esta realidad ha impulsado una solución tecnológica local con potencial transformador. Frédéric Ngaba, investigador en inteligencia artificial (IA) y doctor en matemáticas analíticas por la Universidad de Yaundé I, presenció de primera mano las dificultades de los estudiantes debido a la ausencia de una guía adecuada.
Esta frustración lo llevó a crear OSIA (Orientación Escolar mediante Inteligencia Artificial), una plataforma diseñada específicamente para ayudar a los jóvenes cameruneses a tomar decisiones informadas sobre su futuro académico y laboral. Ngaba, con el apoyo de un equipo de profesionales, desarrolló una herramienta tecnológica que se adapta a las particularidades del sistema educativo local. La relevancia de esta iniciativa radica en que no busca imponer modelos externos, sino generar una solución «que coincide con nuestras realidades locales», como explicó el propio Ngaba a SciDev.Net. Para comprender mejor el impacto de la IA en la toma de decisiones profesionales, se puede profundizar en el debate sobre la guía de carreras en la era digital.
La plataforma OSIA ofrece un conjunto de recursos para construir un perfil completo del estudiante. Incluye un tutor virtual entrenado con los programas educativos de Camerún, capaz de interactuar en 20 idiomas distintos. Los estudiantes tienen acceso a un banco de más de 400 pruebas de examen de centros educativos punteros, compiladas con la colaboración de la Oficina del Bachillerato de Camerún y el Certificado General de Educación. Además de estos recursos de práctica, la herramienta permite a los usuarios ingresar sus notas anuales y aspiraciones, y completar una prueba psicométrica crucial. Es precisamente el análisis de esta prueba por parte de la IA lo que genera un perfil académico detallado, esencial para guiar las futuras elecciones.
«Este paso ayuda a identificar el talento oculto del niño y las mejores formas de fomentarlo en la escuela y en casa», señala Ngaba, destacando el valor de la plataforma más allá de la simple consejería. En un contexto donde el acceso a una orientación especializada y personalizada es limitado, OSIA se convierte en una herramienta democratizadora. Suscripciones con un costo accesible de 3.000 francos CFA (unos $5 USD) anuales para residentes en Camerún y para estudiantes en el extranjero han permitido que la plataforma crezca rápidamente. Ngaba reporta que OSIA ya cuenta con 13.500 suscriptores en 23 escuelas, con la ambición de multiplicar esta cifra por diez en el corto plazo, y expandir el proyecto a otros países de la región.
El contexto en el que emerge OSIA es uno de desafíos significativos para el sistema educativo camerunés. El Instituto Nacional de Estadística indica que, en 2022, cerca del 27% de la población total (unos 8 millones de personas) asistía a la escuela. No obstante, las cifras oficiales revelan una preocupante tasa de éxito en el bachillerato, que cayó al 37% en 2024, para luego subir ligeramente al 47% en 2025. El sector se enfrenta a una carencia crónica de financiación, pesadas cargas administrativas y una escasez de personal local cualificado, lo que complica enormemente la provisión de una orientación de calidad.
La innovación de Ngaba ha sido reconocida por organismos internacionales y corporativos, con premios del Banco Mundial, Orange Camerún y Awiti en Marruecos. Estos respaldos no solo validan la propuesta, sino que también impulsan la esperanza de Ngaba de continuar mejorando las oportunidades educativas para los jóvenes de su país. Este impulso por integrar la IA en la educación no es único; de hecho, la consultora McKinsey & Company ha destacado en múltiples informes la necesidad de que los países en desarrollo aprovechen las tecnologías emergentes para personalizar el aprendizaje y la orientación, citando específicamente el potencial de la IA para reducir las brechas de acceso a servicios especializados.
Ngaba es enfático al precisar que el objetivo de OSIA no es reemplazar a los consejeros u orientadores humanos, sino «mejorar y personalizar» un sistema de orientación escolar que considera obsoleto en Camerún. La IA se presenta como un apoyo, no como un sustituto. Sin embargo, la irrupción de la tecnología ha generado un debate entre los profesionales.
Maïmouna Moussa, orientadora en el Lycée d’Oyack en Duala con siete años de experiencia, reconoce el valor de OSIA como una herramienta que le ahorra tiempo y recursos. Pese a ello, subraya la insustituibilidad del contacto humano. «La IA no puede crear una conexión emocional profunda con el estudiante», afirma Moussa a SciDev.Net. Además, puntualiza que la IA no tiene la capacidad de manejar el historial médico de un paciente ni de realizar seguimientos adecuados durante una entrevista psicométrica. En la misma línea, Alain Mbongo, profesor del Alfred Saker College en Duala, concibe la orientación como un «largo proceso que tiene en cuenta las opiniones de los profesores, los padres y las interacciones sociales», elementos que la IA aún no integra completamente. El African Journal of Educational Studies ha abordado en recientes publicaciones este dilema ético y práctico, haciendo un llamado a un marco de uso responsable y complementario de la IA en los sistemas educativos africanos.
A pesar de la ausencia de un marco regulatorio nacional específico para la IA, la Secretaría para la Educación Privada Laica de la región Centro (SEDUC) ha autorizado la operación de OSIA, señalando que «la herramienta está mejorando y seguirá mejorando la orientación académica para los estudiantes de secundaria». Lazare Tsimi, jefe de SEDUC, confía en que los beneficios se extiendan a todo el sistema educativo camerunés.
Este voto de confianza coincide con los esfuerzos del gobierno por abordar el auge tecnológico. En julio, durante las Consultas Nacionales sobre IA en Yaundé, se elaboró un documento de estrategia nacional de inteligencia artificial, que próximamente será presentado al parlamento camerunés. Iniciativas como OSIA no solo evidencian el potencial de la innovación local para resolver problemas sistémicos, sino que también aceleran la conversación necesaria sobre la regulación y la integración ética de la Inteligencia Artificial en áreas tan sensibles como la educación y el desarrollo profesional.