Corea del Norte reconoce participación militar en la invasión rusa sobre Ucrania

Tensando aún más las cuerdas del conflicto en Ucrania, Corea del Norte ha reconocido oficialmente el despliegue de sus tropas en territorio ruso, justificando su participación en la contienda bajo los términos del tratado de asociación estratégica firmado con Moscú en junio de 2024. La noticia, difundida por la agencia estatal norcoreana KCNA este lunes, detalla la supuesta intervención de soldados norcoreanos en la región de Kursk, en cumplimiento directo de una orden emitida por el líder Kim Jong-un.

La información proporcionada por Pionyang se alinea estrechamente con la narrativa del Kremlin, acusando a Ucrania de incursionar en territorio ruso con el respaldo de potencias occidentales catalogadas como «imperialistas». Según la versión norcoreana, sus efectivos militares habrían desempeñado un papel crucial en la «liberación» de la mencionada región y en la «aniquilación de fuerzas neonazis», eco de la retórica empleada por Moscú desde el inicio de la invasión.

Retórica de «justicia» y homenaje a los caídos

El régimen norcoreano no escatimó en calificativos para describir su implicación en el conflicto, tildando la operación en Kursk como una victoria de la «justicia frente a la injusticia» y un «nuevo capítulo en la historia de la amistad militante» que une a Pionyang y Moscú. La KCNA citó directamente a Kim Jong-un, quien habría justificado la participación militar como una «misión sagrada» destinada a fortalecer los lazos de amistad con Rusia y a defender el «honor nacional» de Corea del Norte.

Un detalle que no pasó desapercibido en el comunicado norcoreano fue el anuncio de la construcción de un monumento en Pionyang en memoria de los soldados caídos en el frente ucraniano. Este anuncio, acompañado de la promesa de medidas estatales especiales para apoyar a sus familias, podría interpretarse como una confirmación tácita de la existencia de bajas entre las filas norcoreanas desplegadas en la zona de conflicto.

Activación del tratado y reconocimiento ruso

La decisión de involucrar tropas norcoreanas en la guerra se habría tomado, según la versión oficial, tras la conclusión de Kim Jong-un de que la situación cumplía con las condiciones estipuladas en el artículo 4 del tratado bilateral, el cual prevé la asistencia mutua en caso de guerra. Esta justificación legalista busca legitimar la participación norcoreana en un conflicto que ha generado una amplia condena a nivel internacional.

Esta confirmación oficial por parte de Corea del Norte se produce apenas dos días después de que Rusia reconociera públicamente, por primera vez, la presencia de militares norcoreanos en el frente de batalla. Este reconocimiento se dio en el marco de una videoconferencia entre el presidente Vladímir Putin y el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, lo que sugiere una coordinación cada vez más estrecha entre ambos países en el ámbito militar.

Estimaciones de despliegue y posibles bajas

Las cifras manejadas por inteligencia surcoreana sugieren una escala significativa en el despliegue de tropas norcoreanas. Se estima que más de 10.000 soldados habrían sido enviados a Rusia a partir de octubre del año pasado, con un refuerzo adicional de 3.000 efectivos en los primeros meses de este año. Estas cifras, de confirmarse, evidenciarían un compromiso militar sustancial por parte de Pionyang en apoyo de la ofensiva rusa.

Informes previos, difundidos por Kiev, incluso han señalado la existencia de bajas norcoreanas y la captura de dos soldados con vida por las fuerzas ucranianas en enero, aunque estas informaciones no han sido confirmadas de manera independiente. La confirmación de la construcción de un monumento en Pionyang podría dar crédito a la posibilidad de que el número de bajas norcoreanas sea considerable.
Un Intercambio Estratégico en Medio de Sanciones

La alianza entre Pionyang y Moscú ha experimentado un fortalecimiento notable desde la firma del tratado en la capital norcoreana el pasado mes de junio. Diversos reportes apuntan a un intercambio estratégico en el que Corea del Norte proporcionaría apoyo militar a Rusia a cambio de recursos económicos y tecnológicos, un salvavidas crucial para el régimen de Kim Jong-un, que enfrenta severas sanciones internacionales impuestas por su programa nuclear y de misiles balísticos.

Según un análisis del Atlantic Council publicado en febrero de este año, la profundización de esta alianza representa un desafío significativo para el orden internacional, al permitir a ambos regímenes sortear parcialmente las sanciones y proyectar influencia en un contexto global cada vez más polarizado. Por su parte, un informe de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, publicado en marzo, subraya cómo esta cooperación militar podría prolongar el conflicto en Ucrania y complicar los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una solución pacífica. La confirmación del despliegue de tropas norcoreanas no solo ratifica esta tendencia, sino que también eleva las preocupaciones sobre la escalada del conflicto y sus implicaciones a largo plazo.

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Nicolás Verdejo
Nicolás Verdejo

Periodista. Director de Under Express.