Motosierra y diplomacia: los detalles del encuentro entre Kast y Milei

La imagen capturada en el despacho presidencial de la Casa Rosada no tardó en inundar las redes sociales, transformándose en una declaración de principios antes que en un simple hito diplomático. En un video difundido a través de TikTok, el presidente de Argentina, Javier Milei, y el mandatario electo de Chile, José Antonio Kast, sostienen juntos una motosierra. El gesto, cargado de la simbología rupturista que llevó al libertario al poder en el país trasandino, sirvió de marco para que Kast proyectara su visión regional: «Si hay una buena noticia, es que la libertad avanza en toda Latinoamérica», sentenció el líder republicano, mientras Milei remataba con su ya icónica arenga sobre la libertad.

Esta visita a Buenos Aires constituye el primer movimiento estratégico de Kast tras su victoria electoral, marcando una hoja de ruta clara en su política exterior. La cita no fue solo protocolar; representó la validación de un eje político que busca reconfigurar el equilibrio de fuerzas en el Cono Sur. Sin embargo, detrás de la puesta en escena y la viralización del contenido, el viaje escondía un objetivo técnico fundamental para la conformación del futuro gabinete chileno: asegurar el retorno de José Luis Daza al país para liderar el equipo económico.

Daza, quien actualmente se desempeña como viceministro de Economía en el gobierno de Milei, es la pieza clave en el rompecabezas de Kast. El economista chileno, con una vasta trayectoria en Wall Street y organismos internacionales, goza de la confianza total de ambos mandatarios. Su incorporación no solo aportaría solvencia técnica a la administración entrante en Chile, sino que también actuaría como un puente natural para la integración de políticas económicas de mercado entre ambas naciones, profundizando la sintonía ideológica que quedó de manifiesto durante el encuentro en Buenos Aires.

La diplomacia de la motosierra y el factor Daza

La reunión bilateral se extendió por varias horas, donde el foco estuvo puesto en la colaboración energética y la facilitación del comercio transfronterizo. Kast, acompañado por un reducido círculo de asesores, aprovechó la instancia para conversar directamente con Daza sobre su disposición a asumir el Ministerio de Hacienda. A pesar de la cercanía y la amistad que los une, el mandatario electo mantuvo la cautela durante la rueda de prensa posterior, señalando que, aunque todas las opciones están sobre la mesa, la decisión final recae en la esfera personal del economista.

Para analistas internacionales, este movimiento es una señal de pragmatismo. «Kast está buscando replicar la arquitectura de confianza que Milei construyó con los mercados, y Daza es el nombre que mejor personifica esa transición de la teoría liberal a la gestión pública», explica un diplomático de carrera con sede en la capital argentina. La posibilidad de que el viceministro argentino cruce la cordillera para integrar el gabinete chileno es vista como un hito sin precedentes en la historia reciente de las relaciones bilaterales, subrayando la profundidad de la alianza entre Republicanos y La Libertad Avanza.

No obstante, el simbolismo de la motosierra también genera interrogantes sobre cómo será el diálogo con los sectores que no comparten esta visión. Mientras en la Casa Rosada se celebraba el avance de estas ideas, en Santiago la oposición y diversos analistas advierten sobre la necesidad de un equilibrio entre la identidad ideológica y la gobernabilidad necesaria para un Chile diverso. La gestión de expectativas será, sin duda, el primer gran desafío de Kast una vez que asuma oficialmente el mando y deba traducir los eslóganes en políticas de Estado.

Perspectivas cruzadas sobre el nuevo eje regional

Desde una mirada académica, el fenómeno del «contagio» de narrativas entre Chile y Argentina sugiere un cambio en el paradigma de la comunicación política. «Lo que vemos en TikTok no es solo entretenimiento; es la construcción de una mística que busca conectar con un electorado desencantado», comenta la socióloga y analista de medios, Martina Valenzuela. Según su visión, Kast está adoptando códigos estéticos de Milei para consolidar su base de apoyo, aunque la realidad institucional chilena le exigirá, eventualmente, un tono de mayor sobriedad administrativa.

Por otro lado, el impacto económico de esta alianza ya empieza a sentirse en las proyecciones de inversión. Para el economista regional Carlos Fuentes, la señal enviada desde la Casa Rosada es inequívoca: «La posibilidad de tener a José Luis Daza en Hacienda reduciría significativamente la prima de riesgo para los inversores extranjeros, ya que se asume que habrá una coordinación macroeconómica estrecha con Argentina, algo que no se veía desde la década de los 90». La sintonía en términos de reducción del gasto público y desregulación parece ser el norte compartido por ambos líderes.

El regreso de Kast a Chile deja una sensación de determinación en su equipo. La «diplomacia de la motosierra» ha servido para movilizar a sus adherentes y fijar una postura clara frente al resto de la región. Sin embargo, la verdadera prueba de fuego será la confirmación de los nombres que lo acompañarán en su gestión. Si logra fichar a Daza, habrá obtenido su primera gran victoria política antes de recibir la banda presidencial, consolidando un equipo que promete cambiar drásticamente el rumbo de la economía nacional bajo el signo de la libertad.

Pablo Ortiz
Pablo Ortiz

Periodista cultural. Cafeinómano y a veces esclavo del FOMO.