Análisis del debate presidencial de primera vuelta en Canal 13

A solo tres semanas de la crucial primera vuelta presidencial del 16 de noviembre de 2025, los ocho aspirantes a La Moneda se midieron en su segundo y posiblemente más estratégico debate televisivo. El encuentro, organizado por Canal 13 y emitido en prime time este domingo, se extendió por más de dos horas y, contra todo pronóstico o expectativa de knock-out, se caracterizó por una deliberada ausencia de confrontación directa. Los postulantes optaron por un tono cauto, enfocándose en la exposición de sus plataformas en lugar de arriesgarse a un error táctico que pudiera costarles votos en la recta final.

El listado de candidatos en la línea de largada incluye a Franco Parisi, Jeannette Jara, Marco Enríquez-Ominami, Johannes Kaiser, José Antonio Kast, Eduardo Artés, Evelyn Matthei y Harold Mayne-Nicholls. La mesura imperante en el foro de Canal 13 se interpretó por analistas como una señal de que, en esta etapa, cada aspirante está más preocupado por consolidar su base y evitar flancos abiertos que por intentar descolocar a sus rivales. La cautela se instaló como la tónica dominante, aunque las fricciones programáticas y las lecturas de los sondeos posteriores revelaron la verdadera batalla en curso.

Posturas inamovibles y el dardo del gasto fiscal

Una de las aristas más debatidas, aun en la post-emisión, fue la postura de José Antonio Kast respecto a sus convicciones ideológicas. Interpelado sutilmente durante el debate sobre temas valóricos como el derecho al aborto o el matrimonio homoparental, el abanderado del Partido Republicano optó por eludir la controversia en pantalla. Sin embargo, en una posterior conferencia de prensa, fue enfático en la distinción: «Yo, al menos, tengo convicción. No he cambiado mis convicciones, pero sé distinguir cuál es la urgencia hoy en Chile», explicó, sugiriendo un enfoque pragmático centrado en la seguridad y la economía para la campaña.

La propuesta económica de Kast se convirtió en el blanco de la candidata oficialista Jeannette Jara, quien no dudó en arremeter con cifras. Tras la transmisión, Jara criticó con dureza el plan republicano de un recorte fiscal de 6.000 millones de dólares en 18 meses. La exministra de Trabajo del actual gobierno aseguró que este ajuste inevitablemente «afectará la vida de la gente» y beneficios sociales fundamentales. Como ejemplo, la abanderada de izquierda citó magnitudes claras, contrastando el monto propuesto con el gasto en subvención escolar y alimentación, que asciende a 5.400 millones de dólares y beneficia a 1.800.000 niños, o los 2.700 millones de dólares destinados a la gratuidad universitaria para 600.000 jóvenes. «Son magnitudes que están proponiendo reducir en el gasto, que realmente afectará la vida de la gente», sentenció.

La batalla de las encuestas y la izquierda unificada

El escenario electoral chileno, históricamente volátil, encuentra un nuevo punto de quiebre en la irrupción y el avance que algunas encuestas atribuyen al libertario Johannes Kaiser. Esta tendencia fue rápidamente desestimada por la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, quien minimizó la relevancia de los sondeos. «He estado mucho en la calle y veo otra cosa que lo marcado por las encuestas y yo no sé todavía quién cree en las encuestas después de los resultados de Argentina, de Bolivia, de Trump, etcétera; así que yo estoy súper tranquila, nos ha ido muy bien”, declaró, subrayando lo que ella percibe como un “divorcio muy grande” entre el sentir ciudadano en terreno y lo reflejado por las empresas encuestadoras.

Mientras tanto, la coalición de izquierda cerró filas en torno a su candidata. Camila Miranda, coordinadora de contenidos del comando de Jara, aprovechó el backstage para resaltar propuestas concretas como un ingreso vital de 750 mil pesos y una rebaja del 20% en la cuenta de la luz. Al mismo tiempo, lanzó una advertencia directa hacia los contendores de derecha radical, asegurando que Kast y Kaiser ofrecen «incerteza al país» y recordando su oposición a la última reforma previsional. Esta línea de ataque sugiere una estrategia clara para el sector: posicionar a Jara como la garante de la estabilidad social frente a las propuestas disruptivas de la derecha más extrema.

La derecha sin primaria y el rol del Estado

A pesar de las posturas ideológicas encontradas, el debate dejó entrever una estrategia de «fuego amigo controlado» entre los principales contendores de derecha, Kast y Matthei. Arturo Squella, presidente del Partido Republicano, destacó el «buen trato» en pantalla entre su candidato y la representante de Chile Vamos, incluso mencionando un guiño de Kast al valorar la gestión de Matthei como ministra del Trabajo. Squella fue explícito al definir la hoja de ruta: “Estamos claros que el adversario está al frente, es Jeannette Jara y es superar este mal gobierno”. Esta declaración oficializa la tesis de que, pese a las diferencias, el foco de la derecha en esta primera vuelta es frenar el avance de la izquierda.

La razón de la falta de una primaria unificada en la derecha fue expuesta sin ambages por Johannes Kaiser, quien atribuyó el quiebre a profundas diferencias programáticas. El diputado precisó que la aprobación de la «nefasta» reforma previsional impulsada por el Gobierno, y que contó con el respaldo de la derecha tradicional, fue un punto de inflexión insalvable. El tema previsional, al igual que el de los servicios básicos, se perfila como un campo de batalla ideológico clave. Consultado por Harold Mayne-Nicholls sobre los polémicos cobros en exceso de la luz, Kast rápidamente redirigió la responsabilidad al aparataje estatal, asegurando que «el problema es el Estado que tuvo la información hace más de un año y no hizo nada y ahora le pidió la renuncia a un ministro”.

La candidata Jara, por su parte, defendió la necesidad de la experiencia en la gestión pública. Interrogada por Kaiser sobre la composición de su posible Gabinete, la candidata de izquierda respondió con firmeza, asegurando que su futura Administración será una mezcla de «gente con experiencia y gente nueva para hacer renovación». Su respuesta enfatiza que «las complejidades de hacer política y de gestionar el Estado requieren experiencia y convicción», marcando una distancia con aquellos que promueven un cambio radical y sin matices en la administración. Este debate, aunque parco en golpes mediáticos, reafirmó las líneas de combate ideológico de cara a la definición presidencial. Los comandos de campaña, como confirmaron Juan Sutil (asesor de Matthei) y Ruth Hurtado (representante de Kast), se declararon satisfechos con el desempeño de sus abanderados, manteniendo la fe en sus números y desestimando el efecto de la sorpresa libertaria de Kaiser, a solo días de que Chile decida su futuro en las urnas.

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Nicolás Verdejo
Nicolás Verdejo

Periodista. Director de Under Express.